jueves, 19 de junio de 2008

Hombre en especial

Cuando escribo acerca de los hombres no lo hago generalizado, no quiero ser feminista pero tampoco apoyo el machismo. Muchos hombres suelen actuar de manera vergonzosa, hombres que ni siquiera se respetan a si mismos. Entonces, como una persona que no tiene respeto hacia el mismo puede pretender respetar a otra. Pongamos un ejemplo: Si yo no tengo vehículo, como puedo pensar en comprarle uno a mi hermano si yo no tengo uno para mí. Otro, no puedo pensar en comprarme una casa en la playa si ni siquiera tengo una en la ciudad.

Es cuestión de prioridades, hay mujeres que no merecen lo que algunos hombres les hacen. Pero quienes somos para juzgar. La mentira, el engaño, irrespeto y todos esos actos que de una u otra manera nos afectan no tienen justificación. Cada cabeza es un mundo y desgraciadamente nunca tendremos la razón exacta del porque de las cosas. Pero si pienso que todos tenemos algo en común luego de que hacemos algo, el arrepentimiento.

Algunos hombres suelen ser muy orgullosos como para mostrar su arrepentimiento y pedir perdón. Y ese orgullo, al que suelen llamar dignidad, es el que los condena a una vida que podríamos llamar inapropiada. Muchos pierden el amor por culpa de su orgullo y no es hasta que lo pierden que se dan cuenta de lo que hicieron. Mi intención no es reprochar, solo quiero que vean hasta donde su orgullo o dignidad, como quieran llamarle, los puede llevar.

No intento crear un hombre perfecto porque la perfección no existe. Intento que los hombres puedan respetarse a si mismo para que puedan respetar a los demás. El orgullo no es más que el camino a la soledad, y la soledad no es la mejor compañera que podamos tener. Hoy no hablo por mí, hablo por aquellas que han sido lastimadas por hombres que no las valoran.

Darnos valor y valorar al otro nos hará ser mejores, recuerda que nadie es mas que tu y menos que tu. Todos somos iguales, todos sentimos. Hombre sin sentimiento no existe, es el orgulloso que no lo demuestra. Hoy por mi, mañana por ti.



By Sarah Miller

No hay comentarios: